La Liga latinoamericana de Artistas es un movimiento creado desde 1990 por Alonso Jiménez, con una orientación filosófica clara, existir en plena y total libertad de creación y expresión. El colectivo opera desde varios países, especialmente en el campo de la plástica, la poesía y el ex libris, sin embargo, se muestran caras diversas del arte, vinculándose necesariamente a otras artes como el teatro, la danza y la música, sin recurrir a patrones lógicos, ni estructuras rigurosas.

LIGA LATINOAMERICANA DE ARTISTAS

Quien se acerque cuidadosamente a estas páginas, podrá advertir los atributos generosamente expuestos en ellas, sin otra pretensión que mostrar la diversidad y el aliento de las distintas artes.

A parte de la plástica, la virtud de la palabra emerge con un espíritu no empañado de vanidad; podría decirse que este es un ejemplo de personas liberadas de lo verboso, no por medio de máscaras, sino con el ejercicio de ir a la idea para beber de ella su signo preciso y aplicarlo a las rarezas del verso con influjo y dominio de la soledad, la música, las ausencias o los reencuentros.

El sentido de lo vital se funde en la desnudez de la imagen y en la carne de lo lírico, pero para ver este acto es necesario tener un consecuente afán de sentir cada letra, cada mancha o cada línea, así, usted podrá darle el nombre exacto a este atrevimiento poético. Quisimos excluir lo innecesario y dar cabida al valor de la naturaleza afectada por la emoción de un poeta o un pintor, llamados también a desentrañar y a curar en parte, la fatiga de la humanidad.

Alonso Jiménez.


(Tomado de Antología de Poesía colombiana. Liga Latinoamericana de Artistas. 2009)

miércoles, 26 de octubre de 2011

Germán Villamizar

Este es un pequeño homenaje al poeta, traductor y ensayista colombiano Germán Villamizar (San Jacinto del Cauca, departamneto de Bolivar 1953- Bogotá D.C. 2011).





It´s just a dirty trick.
Ernest Hemingway

AYER enterró su perro negro.
De noche, otro rastro tras las hojas.
Desgarraba la luna entre los ojos
y aullidos de sombras en la lengua.
Cuando duerma y sueñe con su dueño
recorrerá un sendero de pasos imposibles
o husmeará una corona trenzada con los miedos.
Ignoro si el hombre también sueña,
perdido con la muerte entre los ojos.


LECCIÓN DE VIDA
Lugar común sin rostro en la poesía
bendición de un dios oficiante de venganzas
truco sin prestigio

Cualquier objeto permite ejecutarlo:
una carraca de burro
un labio de agua o de veneno
un hacha de alevoso filo
una lanza oxidada por el cielo
una espada en siniestra mano
una sierra mecánica
un lazo de extraña filigrana

Cualquiera puede ejecutarlo:
el hermano el ángel o el demonio
el amante una sombra de locura el carnicero
de avezada mano el discípulo

Cualquier sitio es adecuado:
la pradera la ecuación y la mañana
la bañera un campo de molinos
la orilla del río el árbol de la infamia
La muerte muere en su trance de difunta 
zurce huesos de largas madrugadas
de gritos y de filos de troncos y de manos abrazando el río.
El alba luce un collar de vértebras
la niña se atraganta de cactus
nace un rito de sierras
Rueda el dado en el pantano se apresura la mano sin cuerpo
una bolsa negra habita el descampado y llueve… llueve olor de cuerpos
órganos sin dueño… huesos de colores brillantes bengalas de confusión
diluvio sin cuervos ni palomas…

Un truco antiguo como el mundo
De risueñas griegas nos llega la costumbre
Travesura de doncellas sin oficio
con tijeras de asombro y risa enrollándose en el hilo
se borra el cielo en la golosa 
se emponzoña el agua o el vino con mesura

Ahora es la pasión de un truco
y necesita un cómplice: la vida



EL TIEMPO no claudica ni da esperas.
Un áspero lagarto
asolea escamas sagradas
al pie del petroglifo que semeja
un fiero lagarto
cifrado de líquenes y musgo.
Ciego ritual de esperas,
el tiempo se desdobla
y se aposenta en la memoria
o en la locura
entrevista
en las huellas del abismo recorrido
por la piedra
desleída
en huellas
de arena
y agua...

A LA LUZ de los cirios azules,
la adolescente intuye la forma del cuerpo
y las caricias.
"Descuento por palabras y por besos",
lee en la pequeña tarjeta impresa en negro.
"Leopoldo María Panero prostituye su cadáver".



Desembocar al otro lado de la sombra
es imposible;
sobreponer otro hilo al tejido, demasiado;
amarrar un sol a otro sol
en el agua y la arena
prisioneras del cristal
desdibuja el ayer que no recuerdo.
En el borde del mar y los espejos
sueña el antiguo caracol
los lentos finales que repite sin estorbos.



Bruscas redes circundan el espejo
en olas de ilímites adioses.
Un adiós en cada sol que parpadea,
un adiós desperdigado en cada adiós
que se niega a quedarse en nuestras sombras.
Adiós de asombros y de vértigos,
adiós de un puerto, de niños y canicas bajo el cielo,
de la mujer que intuye
la soledad de la noche sobre el cuerpo, presagio
del espejo o del reflejo de otro adiós y otras noches
ahítas de carne y de fastidio.
Un adiós que no se agota
recorre el rudo temblor de tantas manos.





No son imposibles el tejido y la sombra.
El ayer, patio de sueños,
semeja
caracoles o espirales
incansables que se alejan
en la imagen del otro
fragmentado en gránulos de arena.



Este hollín de cuerpo que se estira
esta feria de carne que adelgaza la mañana
este frío pegajoso de la piel entre los árboles
esta ola de espuma rezumante en muchas manos
este aire de huesos que atenaza las narices
esta fiebre de espirales y metales
esta sombra y estos pasos
esta espera y estos pasos
esta furia y estos pasos
que atormentan nuestros pasos
en la noche que gira sin cansarse
y enciende en el vientre los recodos
funden un ridículo compás de grito y hombre.
Y en esta espera de metales dislocados
en esta árida gruta de espirales
en esta feria de rojos ademanes
sin huellas sin recodos sin caminos,
no sé por qué guardo entre los pasos
la absurda esperanza de encontrarme.


Germán Villamizar
    (1953-2011)


Publicó textos, ensayos y poemas en diversas revistas y periódicos culturales de América Latina. Fue catedrático de literatura por una década en la Universidad Pedagógica Nacional de Bogotá. 
Tradujo a autores como Odiseas Elytis, Yasunari Kawabata, Eugenio Montale, Yorgos Seferis y Nathalie Handal, entre otros.
Autor de Silencio de la Huella, 2003.

Omar Garzón Pinto.

sábado, 2 de julio de 2011

Sincretismo

A la mezcla y cooparticipación de formas culturales que permanecen juntas y en convivencia generando un resultado se les llama sincretismo, esta característica abstracta pero real distingue las obras más representativas del arte contemporáneo latinoamericano. La etnología ha limitado las principales relaciones del sincretismo, al estudio del comportamiento de las comunidades, razas y pueblos en torno a la pervivencia de rituales paganos mezclados con creencias religiosas pero no en relación con el arte, de aquí la importancia de un estudio sobre la relación particular del sincretismo con la obra de arte contemporáneo. El presente trabajo trata las relaciones de los lenguajes artísticos actuales a partir de sus tendencias poéticas y los elementos más significativos derivados de caracteres de innovación u obsolescencia en relación con el sincretismo y las nociones de identidad y cultura. Toma en cuenta el contenido simbólico del arte contemporáneo considerando los elementos conceptúales, formales y técnicos, que contemplan la obra de arte como un signo o como un sistema de signos localizados en un contexto social y cultural determinado, un sistema portador de valores informativos que ejerce influencias en la sociedad actual a partir de un contexto histórico y geográfico que denota características culturales y de identidad en el arte latinoamericano. El sincretismo existe por sí mismo, es para sí mismo y en sí es una acción individual desde dentro de las entrañas de las mezclas e híbridos, parte del contexto referencial del artista y de su mundo que obedece a lazos internos y externos de sus fenómenos culturales. Así, la función del arte no es de resultados sino de proposiciones que establecen acciones que conllevan verdad artística y verdad intencional de realización, por tanto, lo sincrético existe en su propio ser y hacer de la condición del hombre histórico, sagrado o profano.


Tomado de EL SINCRETISMO Y EL ARTE CONTEMPORÁNEO LATINOAMERICANO de  Álvaro Villalobos-HerreraProfesor y Coordinador de Investigación de la Escuela de Artes UAEM y profesor de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán UNAM en México.

viernes, 1 de julio de 2011

Arte Vernáculo

Sincretismo.

Lo vernáculo se construye sin la intervención de lineamientos específicos, sin embargo, puedo afirmar que no pertenece a lo informal, ni espontáneo. Al considerarse como residuo de lo nativo o propio, implica que esta manifestación tiene conexiones rigurosamente raizales, cuya variabilidad dinámica es sorprendentemente coherente con las alteraciones del medio.
Las formas construidas a partir de las concepciones vernáculas son relativamente tradicionales y afectadas por procesos culturales registrados en el basamento de la memoria empírica, cuya configuración de lo gráfico se halla disuelta en ciertos agentes estéticos anclados al contexto regional.
El tiempo, los significados o los valores asociaos a este tipo de arte afloran desde los límites del lugar donde se gesta y la cuestión central de su argumentación radica en las formas extraídas a partir de lo considerado primitivo, de origen mítico, legendario, esencial, básico o de tradición oral.
Un monumento estético producido por un artista de lo vernáculo de golpe conoce la torpeza técnica, también la ironía. El humor o las reflexiones formales de las extremas paradojas del ser humano, en contenidos inesperados o llenos de incertidumbre concreta; es decir, de resumen concreto de la vida. De tal forma, que a través de los dialectos o patois y subdialectos artísticos encontrados en las manifestaciones de lo vernáculo se cuestiona la sofisticada ingenuidad de la razón humana que le conduce a buscar eternidades que suplanten su incapacidad de eternidad.
Es verdad que el arte como producto y resultado de la memoria de los pueblos posea algo de longevidad y sea testimonio de lo extinto, pero lo vernáculo le dice al hombre: EL GOCE ESTÉTICO ES MOMENTÁNEO Y SU UTILIDAD ESTARÁ VIGENTE MIENTRAS DURE TU VIDA, SU VIDA UTIL ES TU VIDA UTIL.
Al igual que la incertidumbre es diaria con respecto a la capacidad humana para conservar la vida, al estar todos y todo ligados a las estructuras y múltiples transmutaciones de la dialéctica universal. Lo vernáculo es su afirmación, pero jamás podrá considerarse como desviación trivial de “verdad”, por partir de la maleabilidad aleatoria de su alquimia o de su construcción, cuyas invenciones son de alto poder afirmante.
Sería absurdo considerar como no valioso o carente de mérito, la capacidad de reinterpretación humana de las múltiples posibilidades que se tejen en torno a las fantasías creativas, ocultas en el plano de la estética sincrética o de las alucinaciones rurales enfocadas al sentido místico–religioso que abundan en los núcleos de las sociedades.
Observemos el caso de una múcura prehispánica elaborada como urna funeraria y cuyos fragmentos se encuentran en muchas excavaciones arqueológicas del mundo; dentro de su contexto sagrado dicho recipiente se elabora en múltiples ocasiones como encapsulamiento del cadáver para ser catapultado al más allá, dicho vehículo salido de la tierra misma, cocido con fuego cerámico mítico, actuaba como dispositivo para lo eterno, hoy actúa en lo profano como también se hizo en muchas ocasiones para guardar chicha, pero cada acción es meritoria por sí misma.
Lo vernáculo reviste la pureza dentro del orden contemporáneo, se construye sin engaños, visualmente sujeto a la raíz íntima de las MEZCLAS asociadas al sincretismo, es reiterativo; en sus énfasis recaen las circunstancias del pensamiento híbrido luchando internamente por conservar la capacidad de absorción de la realidad propia a través de la imaginería que nos distancia de conceptualismos cosmopolitas de tercera mano.
Las fuerzas motivadoras del que hacer vernáculo anidan dentro del punto muerto de la estética contemporánea, subyacen en los patois de las artes en capas alineadas como pasta vítrea que apenas asoma su brillo primitivo sin hallarse estancado en las cavernas, sino mas bien en un estado contemplativo fundido en la pupila infantil que observa antiguas tumbas, templos paleocristianos o eventos cotidianos que se descubren en lo sagrado o lo profano. Puesto que muchos somos parte del ritmo espontáneo que nos sacó de lo autóctono y nos puso en el sincretismo, pasando abruptamente de la estructura del petroglifo a la catedral monumental por conveniencia del capital, algo adentro nos reclama lo cósmico a través del rigor cristalizado en este tipo de orden estético.
Hay que insistir en que lo vernáculo jamás será de orden inferior, ni de orden superior, simplemente es un modo objetivo basado en modelos subjetivos para ver el mundo desde la óptica de quien construye un refugio con barro y palma, adobe y paja o yute y tierras, rescatando esos mundos increados, que solamente recurren a la existencia metamórfica del hombre sujeto al paisaje , amarrado a la naturaleza, delirante de leyendas, estupefacto ante el lustre de los minerales que reflejan la luz de la existencia de su mar.
Lo vernáculo es rústico, no permite maleabilidades, ni elasticidades de la materia, su resistencia radica en el alto grado de certeza de afirmación a la tierra, en su alto desempeño a la hora de traducir el dolor de la sublimación de las angustias propias de la vida intermedia, de lo que no pueda decirse que posea identidad en sí mismo pero detecta implacable presencia de las mutaciones.
Lo vernáculo en su firme estética, no se reduce a artificios ni efectismos, recurre a los recuerdos, a lo que puede, a lo que de su condición presupone imponerse al medio para extraer de su médula contenidos profundos, se arriesga en un nuevo contexto como la ha tocado siempre, partiendo de cadenas rotas en los continuos ciclos de las rupturas y reconstrucciones del pensamiento.
Se diría que este arte agarra el tiempo no para plasmarlo sino para fracturarlo en dos dimensiones: el azar de cierta alquimia aleatoria que da como resultado los patois y la síntesis del sincretismo que se gesta en la transmutación de lo aprendido. Las reinvenciones se van fundamentando desde los materiales hasta el sustrato plástico surgido del orden dramático aglutinado en la propia conciencia de Latinoamérica, dimensionada en esta especie de magma viscoso del que somos parte y parece no enfriar jamás.
Actuamos como coloides navegando en algún material depositado sin previo aviso; inmersos en interrogantes cuyas respuestas nos obligan a la versatilidad, explosivos, sin normas estéticas ni literarias, y si las construimos se levantan sobre lo instintivo, para diluirlas luego en el campo interno de nuestros sentidos.


Alonso Jiménez.
Tomado de Arte Vernáculo Sincretismo 2003. Liga Latinoamericana de Artistas.

Como latinoamericanos tenemos que profundizar en nuestra particularidad.

…Escogí, pues este camino del teatro para que fuera la senda que me permitiera vivir; y en más de 30 años que llevo haciendo teatro no creo todavía haber encontrado el objetivo que me propuse: el objetivo de encontrar el espacio creativo que me justificara en la vida o el objetivo de la felicidad. Creo que no lo he logrado y lo persigo.
Por otro lado, creo que al no haber encontrado el objetivo que menciono, he encontrado otro, que me parece más interesante actualmente: el de no haber vivido para haber hecho algo bueno, sino mas bien haber vivido para dejar unas mejores posibilidades a otras personas. Esto es muy ambicioso. Mucho más ambicioso que el primer plan.

Santiago García.
El presente texto, ha sido tomado del libro Teoría y práctica del Teatro, ediciones CEIS, Bogotá D.E., diciembre de 1983, pág. 149; a propósito de una entrevista hecha en Tegucigalpa por la revista Alcaraván en mayo de 1983.
La vida del artista no significa fatalidad ni estigma supersticioso, sino voluntad de acción y ejercicio de la tenacidad; no paCta sacar cosas de la oscuridad, sino por lanzarlas a la oscuridad total de todos los sentidos, con el fin de no contagiarse con la vistosidad vacua o efectismos de poca duración.
En esta nueva experiencia plástica y literaria, inventada con el vuelo vertiginoso de quienes creen en el trueno ensordecedor de la creación, sin importar el lugar de su gestación; ha sido concebida una convicción y sobre todo una expresión que se hace tangible en el tiempo de la existencia de rumanos, mexicanos y colombianos. No se necesita más que caminar en diversos rincones de una palabra anudada a un dibujo, o ante la injustica frente a la cual muchos poetas y pintores también han lanzado su último grito, para dormir al lado de las musas o elegir asuntos que se dicen con palabras simples de otros mundos; palabras extrañas, mágicas, fugitivas; al fin y al cabo, visiones huyendo de la triste ceguera en que vive la humanidad. VISULMEU

Alonso Jiménez.
Tomado de Díptico Inconsolable duda poesía Colombia, México, Rumania 2010. Liga Latinoamericana de Artistas.

lunes, 25 de abril de 2011


El artista no ofrece hipótesis de sentido; Pues, hay cosas invisibles, ocultas en algún escondite lejano dentro del ser, operando como mensaje envueltos en el misterio. Sin embargo, existe un algo o un alguien interior que permite descifrarlos aún después de la muerte del artista; si lo permite el psicoanálisis, sería algo así, como el yo en otro.
Esos códigos invisibles y válidos tanto como los de las matemáticas, poseen su propia naturaleza, la cual a veces corre velos dejando al descubierto sus secretos, presentándolos de forma muy sutil en un dibujo, un ex libris, un performance, un drama sincrético o en la vida misma hecha poema.
Pero de todo ese gran tejido de cuerdas aparentemente incoherente que conforman el gran útero del arte, salen restos, pedazos de carne lingüística en ocasiones descompuesta o en progresiones defectuosas según algunos, para otros, simplemente realidades sin sentido.
Es así, como nuestro ser imaginario construido de entramados disparados desde puntos del vacío en coágulos de colores, manchas arbitrarias o metáforas caóticas, siempre resulta conmovedor, categórico, resuelto, refulgente o infinitamente frágil, lo cual resulta tan excesivamente real que se percibe como una ilusión en el punto mismo en que se devanece, como ocurre con la vida; apetecida por la ignorancia del destino ejemplo de ello, Marina Tsveráieva o Robin Cárdenas y muchos más, de los que vamos viajando en el tren de la posibilidad y el fracaso o la dirección sacrificial de la abolición y el desatino de la humanidad.

Ancízar Medina.
Artista colombiano
Tomado de Mantícora Azul poesía y dibujo antología 2010. Liga Latinoamericana de Artistas.
Lo vernáculo, es decir, lo de las imaginaciones híbridas, da cuenta de códigos que actúan como vehículos transportadores de la esencia de una tradición artística preñada a la fuerza, por alguna circunstancia de colonización. Así es la expresión del sincretismo, con lenguajes cruzados por saberes diversos que mutan constantemente, resultando de ello tejidos singulares que revitalizan el orden interior del colonizado.
Siempre estamos evidenciando nuevas naturalezas en lo que respecta al signo como patois o creol artístico; con un carácter repleto de posibles nuevas significaciones que encarnan en sí mismas, afectaciones al arte unidimensional de occidente.
El sincretismo y su arte vernáculo es construcción y no obra terminada, por supuesto, sin renegar de la mimesis y conocimientos reconstruidos dinámicamente a partir de retazos históricos, ideológicos, filosóficos, científicos, artísticos o religiosos. Sus construcciones se concretan cuando activan los mecanismos generadores de campos de distorsión y desde luego, posibilitan nuevos circuitos de diálogo dentro del drama invasivo intercultural de la globalización virtual.
Esta forma de hacer arte que suscita ecos diversos, pasa por las formas ritualizadas del arte haitiano, cubano, el arte de Tigua, el salvajismo religioso, las músicas negras y muchas formas poéticas en el espectro del insurrecto o del artista cimarrón no teologizado por el canon estético, pues, sus imágenes simbolizan y dicen, tienen sentido y significan, en tanto que se fundamentan en saberes no lineales, no etetizados, no teorizados pero necesarios para el poder ser, del artista latinoamericano.

Alonso Jiménez.
Tomado de Mantícora Azul poesía y dibujo antología 2010. Liga Latinoamericana de Artístas.

sábado, 23 de abril de 2011

El color del sueño

Suponemos que desde su nacimiento, el arte dejó atrás uno de los vacíos de la humanidad no para mentir acerca de la realidad ni para apropiarse de los atributos de esta, sino para tener acceso a lo que podría pensarse, no es una realidad concreta. De esta manera va marcando su periplo por la hipertesis de un conocer mayúsculo, atribuyéndose a sí mismo acertijos y nostalgias que desde la antigüedad nos inducen a cierta aspiración de vivir o al ,menos de buscar, en mundos posibles, lo que está más allá de nuestros límites.

Ahora bien, este compendio de letras y exlibris tomados del sueño sin vida o sea del vicio y que nos atrevemos a presentar, queda impreso como un viejo narrador cuya memoria podrá alimentar a ciertos inquietos pasajeros del tiempo, o quizás le hable a un anciano al oído para recordarle que siempre se es niño, suponiendo que sus lágrimas hayan logrado guardar el hermoso color de un nacimiento o acaso pernocten en la soledad de la muerte.
Alonso Jiménez.
 
(Tomado de Antología de Poesía colombiana. Liga Latinoamericana de Artistas. 2009)