La Liga latinoamericana de Artistas es un movimiento creado desde 1990 por Alonso Jiménez, con una orientación filosófica clara, existir en plena y total libertad de creación y expresión. El colectivo opera desde varios países, especialmente en el campo de la plástica, la poesía y el ex libris, sin embargo, se muestran caras diversas del arte, vinculándose necesariamente a otras artes como el teatro, la danza y la música, sin recurrir a patrones lógicos, ni estructuras rigurosas.

LIGA LATINOAMERICANA DE ARTISTAS

Quien se acerque cuidadosamente a estas páginas, podrá advertir los atributos generosamente expuestos en ellas, sin otra pretensión que mostrar la diversidad y el aliento de las distintas artes.

A parte de la plástica, la virtud de la palabra emerge con un espíritu no empañado de vanidad; podría decirse que este es un ejemplo de personas liberadas de lo verboso, no por medio de máscaras, sino con el ejercicio de ir a la idea para beber de ella su signo preciso y aplicarlo a las rarezas del verso con influjo y dominio de la soledad, la música, las ausencias o los reencuentros.

El sentido de lo vital se funde en la desnudez de la imagen y en la carne de lo lírico, pero para ver este acto es necesario tener un consecuente afán de sentir cada letra, cada mancha o cada línea, así, usted podrá darle el nombre exacto a este atrevimiento poético. Quisimos excluir lo innecesario y dar cabida al valor de la naturaleza afectada por la emoción de un poeta o un pintor, llamados también a desentrañar y a curar en parte, la fatiga de la humanidad.

Alonso Jiménez.


(Tomado de Antología de Poesía colombiana. Liga Latinoamericana de Artistas. 2009)

sábado, 13 de julio de 2013

Reflexión de Santiago García


"Como latinoamericanos tenemos que profundizar en nuestra particularidad."

…Escogí, pues este camino del teatro para que fuera la senda que me permitiera vivir; y en más de 30 años que llevo haciendo teatro no creo todavía haber encontrado el objetivo que me propuse: el objetivo de encontrar el espacio creativo que me justificara en la vida o el objetivo de la felicidad. Creo que no lo he logrado y lo persigo.
Por otro lado, creo que al no haber encontrado el objetivo que menciono, he encontrado otro, que me parece más interesante actualmente: el de no haber vivido para haber hecho algo bueno, sino mas bien haber vivido para dejar unas mejores posibilidades a otras personas. Esto es muy ambicioso. Mucho más ambicioso que el primer plan.

Santiago García.
El presente texto, ha sido tomado del libro Teoría y práctica del Teatro, ediciones CEIS, Bogotá D.E., diciembre de 1983, pág. 149; a propósito de una entrevista hecha en Tegucigalpa por la revista Alcaraván en mayo de 1983.


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