La Liga latinoamericana de Artistas es un movimiento creado desde 1990 por Alonso Jiménez, con una orientación filosófica clara, existir en plena y total libertad de creación y expresión. El colectivo opera desde varios países, especialmente en el campo de la plástica, la poesía y el ex libris, sin embargo, se muestran caras diversas del arte, vinculándose necesariamente a otras artes como el teatro, la danza y la música, sin recurrir a patrones lógicos, ni estructuras rigurosas.

LIGA LATINOAMERICANA DE ARTISTAS

Quien se acerque cuidadosamente a estas páginas, podrá advertir los atributos generosamente expuestos en ellas, sin otra pretensión que mostrar la diversidad y el aliento de las distintas artes.

A parte de la plástica, la virtud de la palabra emerge con un espíritu no empañado de vanidad; podría decirse que este es un ejemplo de personas liberadas de lo verboso, no por medio de máscaras, sino con el ejercicio de ir a la idea para beber de ella su signo preciso y aplicarlo a las rarezas del verso con influjo y dominio de la soledad, la música, las ausencias o los reencuentros.

El sentido de lo vital se funde en la desnudez de la imagen y en la carne de lo lírico, pero para ver este acto es necesario tener un consecuente afán de sentir cada letra, cada mancha o cada línea, así, usted podrá darle el nombre exacto a este atrevimiento poético. Quisimos excluir lo innecesario y dar cabida al valor de la naturaleza afectada por la emoción de un poeta o un pintor, llamados también a desentrañar y a curar en parte, la fatiga de la humanidad.

Alonso Jiménez.


(Tomado de Antología de Poesía colombiana. Liga Latinoamericana de Artistas. 2009)

lunes, 25 de abril de 2011


El artista no ofrece hipótesis de sentido; Pues, hay cosas invisibles, ocultas en algún escondite lejano dentro del ser, operando como mensaje envueltos en el misterio. Sin embargo, existe un algo o un alguien interior que permite descifrarlos aún después de la muerte del artista; si lo permite el psicoanálisis, sería algo así, como el yo en otro.
Esos códigos invisibles y válidos tanto como los de las matemáticas, poseen su propia naturaleza, la cual a veces corre velos dejando al descubierto sus secretos, presentándolos de forma muy sutil en un dibujo, un ex libris, un performance, un drama sincrético o en la vida misma hecha poema.
Pero de todo ese gran tejido de cuerdas aparentemente incoherente que conforman el gran útero del arte, salen restos, pedazos de carne lingüística en ocasiones descompuesta o en progresiones defectuosas según algunos, para otros, simplemente realidades sin sentido.
Es así, como nuestro ser imaginario construido de entramados disparados desde puntos del vacío en coágulos de colores, manchas arbitrarias o metáforas caóticas, siempre resulta conmovedor, categórico, resuelto, refulgente o infinitamente frágil, lo cual resulta tan excesivamente real que se percibe como una ilusión en el punto mismo en que se devanece, como ocurre con la vida; apetecida por la ignorancia del destino ejemplo de ello, Marina Tsveráieva o Robin Cárdenas y muchos más, de los que vamos viajando en el tren de la posibilidad y el fracaso o la dirección sacrificial de la abolición y el desatino de la humanidad.

Ancízar Medina.
Artista colombiano
Tomado de Mantícora Azul poesía y dibujo antología 2010. Liga Latinoamericana de Artistas.
Lo vernáculo, es decir, lo de las imaginaciones híbridas, da cuenta de códigos que actúan como vehículos transportadores de la esencia de una tradición artística preñada a la fuerza, por alguna circunstancia de colonización. Así es la expresión del sincretismo, con lenguajes cruzados por saberes diversos que mutan constantemente, resultando de ello tejidos singulares que revitalizan el orden interior del colonizado.
Siempre estamos evidenciando nuevas naturalezas en lo que respecta al signo como patois o creol artístico; con un carácter repleto de posibles nuevas significaciones que encarnan en sí mismas, afectaciones al arte unidimensional de occidente.
El sincretismo y su arte vernáculo es construcción y no obra terminada, por supuesto, sin renegar de la mimesis y conocimientos reconstruidos dinámicamente a partir de retazos históricos, ideológicos, filosóficos, científicos, artísticos o religiosos. Sus construcciones se concretan cuando activan los mecanismos generadores de campos de distorsión y desde luego, posibilitan nuevos circuitos de diálogo dentro del drama invasivo intercultural de la globalización virtual.
Esta forma de hacer arte que suscita ecos diversos, pasa por las formas ritualizadas del arte haitiano, cubano, el arte de Tigua, el salvajismo religioso, las músicas negras y muchas formas poéticas en el espectro del insurrecto o del artista cimarrón no teologizado por el canon estético, pues, sus imágenes simbolizan y dicen, tienen sentido y significan, en tanto que se fundamentan en saberes no lineales, no etetizados, no teorizados pero necesarios para el poder ser, del artista latinoamericano.

Alonso Jiménez.
Tomado de Mantícora Azul poesía y dibujo antología 2010. Liga Latinoamericana de Artístas.

sábado, 23 de abril de 2011

El color del sueño

Suponemos que desde su nacimiento, el arte dejó atrás uno de los vacíos de la humanidad no para mentir acerca de la realidad ni para apropiarse de los atributos de esta, sino para tener acceso a lo que podría pensarse, no es una realidad concreta. De esta manera va marcando su periplo por la hipertesis de un conocer mayúsculo, atribuyéndose a sí mismo acertijos y nostalgias que desde la antigüedad nos inducen a cierta aspiración de vivir o al ,menos de buscar, en mundos posibles, lo que está más allá de nuestros límites.

Ahora bien, este compendio de letras y exlibris tomados del sueño sin vida o sea del vicio y que nos atrevemos a presentar, queda impreso como un viejo narrador cuya memoria podrá alimentar a ciertos inquietos pasajeros del tiempo, o quizás le hable a un anciano al oído para recordarle que siempre se es niño, suponiendo que sus lágrimas hayan logrado guardar el hermoso color de un nacimiento o acaso pernocten en la soledad de la muerte.
Alonso Jiménez.
 
(Tomado de Antología de Poesía colombiana. Liga Latinoamericana de Artistas. 2009)